10/18/2015
Obedece La Palabra De Dios
Desde el principio de la creación del hombre, Dios le revelo su consejo y su voluntad, para que este estuviera en comunión con su Creador, y no se apartara de Él, el hombre fue creado para vivir junto a Dios y toda su creación era buena; Gen. 1:31 “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.” Es decir: Dios hizo todo perfecto, sin embargo el Rey Salomón nos dice en Ecl. 7:29 “He aquí, solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones” Jehová Dios planto un huerto, y puso allí al hombre para que lo labrara y lo guardase (Gen. 2:15); le hizo saber su voluntad: Podrás comer de todo árbol del huerto, excepto del árbol de la ciencia del bien y del mal; si desobedeces: morirás (Gen. 2:16, 17); el hombre a pesar de conocer la voluntad de Dios decidió pecar.
Gen. 3:16 “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.” Y el hombre siguió en sus maldades; Caín mata a Abel (Gen. 4:8); Leemos en Gen. 6:5 “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.” Pablo describe la conducta del hombre a través de la historia en Rom. 3:10-12 “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.” Por tanto las consecuencias de esta conducta, el hombre viene a ser esclavo del pecado. Jn. 8:34 “Jesus les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.” Y viene a ser pertenencia del Diablo 1Jn. 3:8 “El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.” Pablo lo dice en 2Tim. 2:26 “…y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.” Ya que el hombre por si mismo nunca podría quitar las ataduras que lo esclavizan al pecado y que lo hacen propiedad del maligno, aunque acumule riquezas. Mat. 16:26 “Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?”
Por lo que Dios tiene que intervenir, a través de la historia Dios llama al hombre por medio de sus mensajeros y teofanías y por su Hijo. Heb. 1:1, 2 “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;” ¿Como interviene Dios? Desde antes que existiera el tiempo, Dios tenía en su consejo como salvar al hombre. 1Ped. 1:18-20 “sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros,” Es decir, el Hijo vendría a este mundo despojándose de su divinidad. Jn. 1:11 “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.” El Hijo vino a su creación, a su ministerio de reconciliación: a cumplir su obra redentora. Jn. 1:1, 14 “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.” Miramos el amor divino en su mas grande manifestación (Jn. 3:16) desprendiéndose de su gloria, actitud que el apóstol Pablo nos exhorta a tener. Fil. 2:5-8 “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.” Gal. 4:4, 5 “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.” y de esta manera viniésemos a ser justicia de Dios. 2Cor. 5:21 “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en é” Es decir Cristo cumplió la ley de Dios, y la cumple por nosotros en la ley del calvario. Rom. 6:6 “sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.”
No creamos que todo esto fue fácil para Cristo, las escrituras nos relatan una situación de angustia, tensión y aflicción porque iba a ir a la cruz. Luc. 22: 40-42, 44 “Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación. Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.” Heb. 5:7-9 “Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen”
Cristo, cuando esta pendiendo en la cruz, después de haber clavado sus manos y sus pies a la cruz, habiéndole previamente: golpeado, abofeteado, escupido, escarnecido; el esta clamando a su Padre (Mat. 27:46) “Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” El Padre no lo escucha, no le oye, no le atiende su clamor, y se ha apartado de Él, porque en ese momento el Señor esta cargando el pecado de la humanidad, pecados tuyos, míos, de toda la humanidad, esta pagando la deuda que el hombre nunca podría, ni podrá pagar, y este sacrificio satisfizo a Dios. Is. 53:11 “Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.” Gloria a Dios por lo que su Hijo nos lleva a la situación en que estaba Adan y Eva en el principio, sin nada de pecado que nos aparte de Dios. Sal. 32:1, 2 “Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño.”
-Hugo