11/1/2015
El Evangelio Obedecido
Introducción
1. La desgracia espiritual del hombre, la describe el apóstol Pablo de manera tajante en Rom. 3:23 “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,” Es decir, el hombre ha perdido a partir de la caída (Gen. 3), todo el conjunto de las perfecciones de Dios; su justicia, su santidad, debían proyectar un reflejo en el hombre creado a imagen de Dios, fue privado de ella por causa de la desobediencia y en vano desde entonces ha procurado recobrarla por sus propias fuerzas, fracasando en su intento, y el hombre siguió alejándose cada vez mas de su creador.
2. Dios tiene que intervenir, y gracias a su amor e infinita misericordia mando su cordero, que Juan el bautista presenta y anuncia. Jn. 1:29 “El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.” Y en el Antiguo Testamento tiene sombras, tipos y profecías que anuncian la obra de nuestro Señor Jesucristo; leer Miq. 4:1-3; Is. 53:1-8; Ese evangelio anunciado por los profetas le fue necesario la intervención divina, realizada por Jesucristo, y ahora requiere de la intervención humana, la cual mando el Señor a sus apóstoles. Hech. 1:8 “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” Y ese evangelio que ha sido anunciado requiere: que sea obedecido.
I) ¿Como es obedecido el evangelio?
Pablo escribe a la iglesia en Roma. Rom. 6:17 “Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados;”
1. Es obedecido de corazón, recordemos pentecostés. Hech. 2:36, 37 “Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo. Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?” Ellos se compungieron de corazón; En Hech. 8:35-38 “Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús. Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó.” El evangelio es obedecido de corazón cuando confesamos a Cristo. Rom. 10:9, 10 “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.” La obediencia trae deberes al cristiano, que nacen al comprender lo que Jesucristo hizo por nosotros, por amor se hizo pobre para enriquecernos (2Cor. 8:9); Rom. 5:8 “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” Leer Rom. 12:20.
II) ¿Para que debe ser obedecido el evangelio?
1. Para ver la condición antes y después de obedecer. Rom. 6:17, 18 “Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.”
a) Condición a la que nuestros pecados nos llevaron, éramos esclavos del pecado. Jn. 8:34 “Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.” 1Jn. 3:4, 8 “Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley. El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.”
b) Siervos de la justicia, condición en que Dios pone el que obedece al evangelio. Rom. 6:18 “y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.” La obediencia es para una liberación, para una vida ajena a la esclavitud que genera el pecado, lo cual purifica nuestra alma. 1Ped.1:22 “Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro;” Ef. 1:13 “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa.”
III) ¿Cual es la forma en que se obedece el evangelio?
1. La clave es la obediencia al mandamiento (Rom. 6:17) “…habéis obedecido de corazón…” La biblia nos contesta, diciéndonos cuál es la forma. Para salvarse Noé del diluvio que vendría, Noé construyo el arca como Dios le dijo: Gen. 6:22 “Y lo hizo así Noé; hizo conforme a todo lo que Dios le mandó.” Dios le mando a Moisés que construyera el Tabernáculo, donde se manifestaría la presencia de Jehová. (Ex. 25:40) Hech. 7:44 “Tuvieron nuestros padres el tabernáculo del testimonio en el desierto, como había ordenado Dios cuando dijo a Moisés que lo hiciese conforme al modelo que había visto.” (En. 2Rey. 5:1-14) Leemos como Naaman fue limpio de su lepra, al obedecer las palabras que Jehová había mandado al profeta Eliseo, y que fueron llevadas por mensajero. v. 10 “Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Ve y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio.” Aunque Naaman se negó a hacerlo, fue persuadido por sus criados y obedeció la condición para ser limpio. v. 14 “El entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio.”
Conclusión
1. Y tú ¿que esperas para obedecer el evangelio, y andar en vida nueva? Rom. 6:3, 4 “¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.”
-Hugo