El Libro De La Vida

Ap. 3:5 “El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borrare su nombre del libro de la vida,...” ¿Que es lo que el escritor nos dice? Nos dice que Dios lleva un registro de toda persona que ha nacido en Cristo Jesús, todos los que han nacido espiritualmente son registrados en el libro de la vida, por eso el Señor dice: “El que venciere...y no borrare su nombre del libro de la vida,...” Porque ya tenían vida en Cristo Jesús, pero la podían perder, este texto contradice el pensamiento y la enseñanza Calvinista, Bautista, y otras acerca de: una vez salvo, siempre salvo; y Jesucristo nos dice que la salvación se puede perder, y la iglesia en Sardis estaba bajo ese riesgo de perder la vida y volver a la muerte, por esto les dice “ ...tienes nombre de que vives, y estas muerto.”

Dios tiene conocimiento, Dios sabe de todo Cristiano que está vivo y de aquellos que están muertos, la enseñanza es: que no todos se van a salvar, que no todos se van a perder, aunque la misericordia de Dios es grande, su amor inconmensurable, solamente los que aparezcan en este libro, tienen vida eterna, este conocimiento del libro de la vida se encuentra también en el antiguo testamento y leemos en Éxodo 32 que Israel, el pueblo de Dios, esperaba a su líder Moisés al pie del monte que descendiese, y como tardase en hacerlo, le piden a Aarón que les hiciese dioses que fuesen delante de ellos.

Aarón les hace un becerro de oro, le edifican un altar, ofreciendo holocaustos, danzas apartándose del camino que Jehová les mando (v.10) “Ahora, pues, déjame que se encienda mi ira con ellos, y los consuma;...” Moisés, ora a Jehová intercediendo por el pueblo, logrando que Jehová no los exterminara; sin embargo al descender Moisés al campamento y ver el desenfreno, arde su ira y llama a los levitas que maten a los pecadores muriendo como tres mil hombres, al día siguiente Moisés les echa en cara su pecado, y sube a Jehová a rogar por el pueblo vs. 31-33 “Entonces volvió Moisés a Jehová, y dijo: Te ruego, pues este pueblo ha cometido un gran pecado, porque se hicieron dioses de oro, que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme de tu libro que has escrito. Y Jehová respondió a Moisés: al que pecare contra mí, a este raeré yo de mi libro.

Moisés le dice a Jehová: Perezca yo, y perdona al pueblo, quítame de tu libro que sea yo anatema, Moisés sabia que él y el pueblo estaban escritos en el libro de Jehová y no ignoraba que por causa del pecado Dios podía quitarlos, por eso le está diciendo: El pueblo ha faltado perdónales su pecado, y si perdonándoles a ellos significa que me quites de tu libro, significa que yo me pierda...ráeme ahora de tu libro...y Jehová respondió a Moisés, al que pecare contra mí, a este raeré yo de mi libro. Aquí aprendemos hermanos, que desde el antiguo testamento, por lo menos en lo que se refiere a Moisés, el conocía que ser fieles a Dios, significaba permanecer escrito en el libro de Jehová, y que pecar contra Dios, ser quitado del libro, por tanto, todo dependía de la fidelidad del pueblo, del respeto y de la obediencia a los mandamientos de Dios.

Aprendemos entonces que en el libro de la vida, están escritos solamente los Cristianos fieles, no están todos los que se han bautizado, es como si viéramos en el libro una cantidad grande de borrones; en un momento fueron escritos sus nombres, pero por su infidelidad y desobediencia a la palabra de Dios sus nombres fueron borrados. Leamos Luc. 10: 1, 17-20 Jesús envía setenta discípulos de dos en dos a los lugares que él había de ir, y volvieron gozosos diciendo: “....Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre.” Pensemos: ¿Cual es la satisfacción nuestra, que cosas son las que más nos gustan, las que más nos llenan de satisfacción? ¿Que logros en la vida son los que nos hacen sentir completos, realizados? Probablemente la familia que tengo, quizá mi trabajo y el sueldo que devengo, la casa que he adquirido etc. Todo esto y más cosas son logros obtenidos y motivos de satisfacción. En la lectura de Luc. 10:17-20 Jesús les da a los setenta enviados, autoridad, les está dando poder sobre aquello que pudiera hacerles daño, y salir indemnes, les estaba dando facultad de hacer cosas extraordinarias, que ellos jamás habían podido hacer, y les dice: que esto no sea el mayor motivo de satisfacción sobre todas estas cosas el mayor motivo de satisfacción sea (v. 20) “Pero no os regocijáis de que los espíritus se os sujeten, sino regocijaos de que vuestros nombres estén escritos en los cielos.” Sobre todas las cosas que me pueden llenar de gozo y satisfacción en este mundo ninguno mayor de estar escrito en el libro de la vida.

-Hugo Camacho

16 de Octubre de 2020