Por el arduo trabajo de la evangelización que tenía el apóstol Pablo en Asia menor, y las noticias desalentadoras que recibía de Corinto, referentes a los diferentes problemas que minaban la espiritualidad de la iglesia, errores doctrinales, abusos en la cena del Señor, un caso de incesto, divisiones, etc. y al no poder ir en esa urgencia les escribe su primera carta; y leemos: 1 Cor. 11:17-18 “Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor. Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo.” viniendo a nuestro presente; cuando nos congregamos, cuando nos reunimos como iglesia; preguntémonos, ¿Cuál es nuestro propósito? Recordemos, que nos reunimos como iglesia para adorar a Dios, nuestro Padre celestial por medio de: cantos, oraciones, el estudio de las escrituras (por medio de las clases y del sermón), recordar el sacrificio de Jesucristo en la mesa del Señor y nuestra ofrenda; cada acto de la adoración es muy importante; pero hoy consideremos solo el estudio de la palabra tanto en la clase bíblica como en el sermón; y Santiago, el hermano del Señor nos exhorta y aconseja, mandándonos.
Stg. 1:19 “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;” Estas dos palabras “Por esto…” unen la exhortación del 19-27, y viene siendo la conclusión practica de la verdad del v.18 “El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.” ; en el A.T. la ley determina que los primeros frutos eran consagrados a Dios, porque a él le pertenecían; así que, cuando renacemos por la palabra de verdad (el evangelio) nos volvemos propiedad de Dios; así que Santiago, el hermano del Señor nos da las condiciones indispensables para recibir bien la palabra de verdad, opuestas totalmente al espíritu que reinaba en los judíos; leer Romanos 2:17-24, donde Pablo los amonesta: tu judío, con tus grandes privilegios religiosos, que en lugar de santificarte, solamente te hinchas de orgullo; tú que enseñas y predicas a los demás, cometes todos los pecados que reprendes, deshonrando el nombre de Dios; Tito 1:10-11 “Porque hay aún muchos contumaces, habladores de vanidades y engañadores, mayormente los de la circuncisión, a los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras, enseñando por ganancia deshonesta lo que no conviene.” Todo esto provocaba discusiones por la orgullosa ambición de tener la razón y terminaban en ‘iras’ Stg. 3:14 “Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad.”
Stg. 1:20 “porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.” El enojo del hombre es vanidad, es soberbia, se engañan, no tienen razón y cometen falsedad por la pasión, creyendo hacer la voluntad de Dios, creyendo defender su causa y cumplir con su justicia, recordemos a Saulo de Tarso Hechos 9:1 “Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote,” ver 1 Cor. 15:9; 1 Tim. 1:13, Stg. 1:21 “Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.” Inmundicia significa: impureza moral, malos sentimientos que salen de un corazón irritado y la abundancia de malicia o malignidad, designa las malas disposiciones respecto de Dios. V.13 y respecto del prójimo vs. 19 y 20; la palabra ya está implantada en el cristiano como una simiente de vida nueva v.18; el cristiano debe recibirla siempre de nuevo con el propósito de esforzarse y crecer 1 Tes. 1:6; recibirla con mansedumbre, disposición humilde y pacífica.
Stg. 1:22 “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.” Esta exhortación de Santiago impulsa a la acción, evitar los falsos razonamientos con los cuales se engañan y creen que tienen la vida cristiana, teniendo solo opiniones y creencias muertas, donde actúan el error de los falsos razonamientos que emanan una naturaleza moral mas intelectual. Stg. 1:23-24 “Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.” Santiago representa la rapidez con un oidor y no hacedor de la palabra, resaltando lo irreflexivo de su conducta, comparándolo a uno que considera su rostro en un espejo, con el fin de corregir los errores que se reflejan; es decir, la palabra provee al que la escucha, el medio de hacer el examen de sí mismo, puesto que el evangelio es la ley perfecta Stg. 1:25 “Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.” La ley cumplido en Jesucristo, que es nuestro modelo, cuando el cristiano oye los preceptos del evangelio, está en presencia de Jesucristo, el ejemplo, el cual le dice como debe ser y como es cuando se está considerando, si se va, olvida como es, semejante al que describe el Maestro en Mat. 13:19-22; y cuando atentamente considera la perfecta ley, perseverando no se conduce como oidor olvidadizo, sino que se torna en observador activo. 1Pedro 1:10-12; y será dichoso Stg. 1:26-27 “ Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana. La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.” Santiago nos está diciendo, que ser religioso no solo consiste en observancias externas de nuestra adoración; incluyen actos de misericordia y vivir en santificación Miq. 6:6-8 “¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año? ¿Se agradará Jehová de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma? Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.”

-Hugo Camacho

13 de Septiembre de 2020

Esta exhortación de Santiago impulsa a la acción...